La película se estrenará el 30 de enero en todo el país. Pero hoy se realizará la avant premiere en Mar del Plata, donde fueron grabadas las emotivas escenas finales.
“Que haya sido la última película de papá, la primera mía y que se haya filmado, en parte, en Mar del Plata, me da una emoción enorme” asegura Federico Bal, sobre “Rumbo al mar”, el filme que llega a todos los cines del país el 30 de enero, pero que en exclusiva avant premiere, se verá hoy a las 20, en una de las salas del Paseo Aldrey.
Mientras hace temporada en la ciudad con Mentiras Inteligentes y reparte su tiempo libre entre la noche, fiestas, romances, acompañar a su mamá Carmen Barbieri y la playa, Federico no descuida el perfil que le quiere dar a su carrera, más vinculado a la actuación y a la dirección.
Y reconoce que Santiago Bal, su papá y coprotagonista de la película “me sigue acompañando en los proyectos y en los sueños. De golpe, sin querer, me está dando una posta, porque papá hizo mucho cine y fue uno de los pilares fundamentales de la profesión en este país” reflexiona, sobre los múltiples significados personales que tiene la película.
Rumbo al mar es una historia de vida, de amor y reencuentros, de aventuras… donde las vivencias, los lazos familiares, los anhelos y los recuerdos están a flor de piel en cada escena.
Cuenta con libro de Juan Faerman, dirección de Nacho Garassino y producción de Hernán Findling y Oliver Kolker por Funciona y Kuenta; Alejandro Gruz y Daniel Burak por Adart Producciones, y Gabriel Sucari por Jump Producciones. El elenco lo completan Zulma Faiad, Anita Martínez y Laura Laprida.
La historia es la de Julio (Santiago Bal) quien, a partir de que le diagnostican pocas semanas de vida, decide emprender una última y épica aventura. Concretamente, lo que quiere Julio es que su hijo Marcos (Federico Bal) -un eterno inmaduro con el que siempre tuvo una relación distante- lo lleve en su moto a cumplir su gran deseo frustrado: conocer el mar, tan alejado del Tucumán donde viven.
Si bien esta idea absurda se encuentra, por motivos bien distintos, con la rotunda oposición de Marcos y Laura (Anita Martínez) -la otra hija, la perfecta, que hizo todo en función de los deseos y frustraciones paternas- una serie de eventos precipita la decisión de lanzarse a ese desafío que parece tan riesgoso como imposible.
Como es de esperar por el delicado estado de salud de Julio, el viaje no resulta fácil ni tranquilo. Esta situación se profundiza porque Julio aprovecha el viaje para desandar su vida, cerrando otras asignaturas pendientes de su juventud.
Al final, un giro inesperado descubre que las cosas eran muy diferentes a lo que parecían.
¿Cómo te sentís ante el inminente estreno?
Me toca de tantos lados, porque lo siento más vivo que nunca a papá. El no está más pero me sigue acompañando en los proyectos, en los sueños y lo sueño mucho a papá y es muy lindo lo que me pasa porque lo recuerdo siempre con alegría. A veces voy a visitar a mi vieja y la veo un poco cabizbaja, pero yo le digo que tiene que estar contenta, que acá papá fue feliz, llenó teatros. Yo lo extraño, pero al mismo tiempo los proyectos me siguen haciendo sentir que de alguna forma está presente, acompañándome en mi crecimiento.
Es un trabajo dramático, road movie y tu primer trabajo cinematográfico aunque antes se estrenó Crímenes imposible…
Es mi primer laburo en cine, espero que les guste. Un trabajo muy lindo con mucho equipo de gente de Tucumán en escena y detrás de escena. Es una road movie, transcurre en carrereras, de un destino a otro, pero no es tan importante la llegada sino lo que sucede mientras teanscurre ese viaje.
A quién vio a mi papá en cine le va a encantar ver este último gran tabajo, más dramático por momentos, no la típica comedia argentina, en el guión hay mucha emoción.
Y el viaje es el real y también un viaje interior para esos dos personajes…
Total, porque hay una unión, una revinculación, un por qué conectarnos cuando ya se está yendo el papá , por qué dejar todo para último momento y de esa búsqueda de hacer las cosas a tiempo.
Siempre elegís Mar del Plata. ¿Qué te genera la ciudad?
Siempre eligo Mar del Plata, sigo queriendo hacer un documental sobre Mar del Plata y siempre quiero filmar acá porque esta ciudad a me lleva por un lugar de tanto amor y alegría y diversión que es difícil de explicar lo que me pasa. Mis veranos, mis amistades, mis novias, la noche, la playa, los trabajos. Yo acá me descubrí arriba del escenario, se abrió el telón y sentí que amaba que me aplaudan. Esta ciudad que dio tanto que la siento como mi casa y siento que tengo que devolverle algo desde mi humilde lugar. Y retratarla en una película tan linda como la última de mi viejo y una esdcena tan hermosa como lo que sucede cuando llegamos a Mar del Plata, es muy emocionante para mi.
“La obra es una montaña rusa de emociones”
También estás haciendo comedia dramática en teatro. ¿Por qué elegiste tabajar en Mentiras Inteligentes?
Cuando leí el guión me sentí muy tocado, por amigos que tengo, que han sido padres primerizos, en esto de sentirse completamente desplazados.
Me gustó tanto encarnar a Willy y compartir con Mica -Micaela Vázquez-, que es una persona a la que quiero tanto y poder hacer a esta familia disfuncional junto a mis viejos en la ficción -Arnaldo André y Nora Cárpena- que son dos monstruos de la escena. En mi carrera es un regalo de la vida poder hacer esto, subir cada noche al escenario con ellos.
¿Sentís la identificación del público con los personajes?
Hay textos que digo y veo que la gente en la platea se mira como diciendo: esto nos paso o nos pasa o es lo que le pasó a tal. Es tremendo poder generar eso, que la gente se emocione, que se ría, que se vivan momentos hermosos porque la obra es una montaña rusa de emociones, está tan bien escrita, tan probada que cuando empezamos a hacerla que respetamos todos los tiempos, los espacios, donde hay que hacer reir, donde hay que bajar un cambio. La gente aplaude, se emociona y se asombra un poco… de mi. Siento que no estaban esperando que yo saque esto.
Es que mostrás un perfil que no habías explotado tanto hasta ahora.
No es el perfil de la revista ni del bailando, y si, justamente estoy buscando nuevos desafíos. Siento que con 30 años podía seguir haciendo más de lo mismo, seguir con mi vieja, con otra revista, music hall o comedia de puertas. Pero quise hacer esta comedia dramática y eso me puso en este lugar hermoso que quería probar y me encanta. Agarro el auto todos los días para hacer función con una emoción y unas ganas tremendas. Me meto en el personaje y a veces hasta me cuesta salir. Nora me habla y la siento tan mamá, tan mía. Y a cada texto, cada frase le doy un valor muy importante y eso es muy lindo poder hacerlo en esta ciudad que me dio tanto a mi, que les dio tanto a mis viejos.